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¡Me Excita la Lencería!

La Lencería. Descubrí que me gustaba esto cuando tenía 20 años, con mi primera pareja estable. Un día estábamos en su habitación, abrió un cajón y me dijo si quería probar una cosa nueva, y sacó una lencería negra, algunas de cuero otra en licra que realmente no tapaban mucho.

Me dejó sorprendido, pero me calentó la idea y le dije que sí con muchas ganas.

–         Me dijo que cerrara los ojos, y cuando los abrí las tenía puestas.

–         Le quedaban súper bien, le marcaban todo, eran preciosas.

–         Fue la primera vez que sentí el tacto, súper suaves, sedosas.

–         Empezamos a besarnos de pie mientras no dejaba de tocarle y acariciarle por encima de la lencería. Nos fuimos desnudando y acabamos en su cama. No tardé en introducir mi mano por debajo de la lencería y a masturbarle, mientras con la otra le acariciaba una pierna. Me entraron ganas de pasar mi cara desde su píe hasta arriba y así hice, descubriendo que eso también me gustaba, notando el tacto en mi cara y en mis manos, lamiéndolo, besándolo. Le acabé penetrando. Tenía el pene palpitando, bien duro, venoso y chorreando liquido preseminal. Mi pareja estaba totalmente excitada, hicimos uso de Popper que nos desinhibe y nos lleva a otro nivel de excitación, cogimos como nunca hasta quedar completamente exhaustos.

Desde ese entonces descubrí que la lencería y cualquier prenda sexy o sensual me excita y me prende más que cualquier cosa.

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